Tiempo atrás en una entrevista televisiva el anfitrión me pregunto… ¿Sergio se puede tomar vino en todo momento? ….y yo con una sonrisa de complicidad le respondí…claro que si….lo que no se puede es tomar el mismo vino en todo momento.
Desde incluir una copa de cava o champagne en el desayuno hasta terminar la noche en una charla distendida e inteligente en familia, con amigos y la complicidad de un tinto que venga cabalgando como hidalgo en el tiempo todo es posible.
Es decir….podemos ser amantes a un estilo o tipo de vino, pero no me imagino una tarde soleada en la playa o piscina descorchando un tinto de 24 meses de barrica y 8 años en botella. Existen pues determinados vinos que acompañan no solo mejor que otros una determinada gastronomía sino que son ideales para determinados lugares y momentos del día.
Tintos sutiles, elegantes, que rozan lo delicado y el buen gusto. Así son capaces de reglarnos en la copa inolvidables notas en nariz que recuerdan a fresas, frambuesas y cerezas y cuando lo llevas a la boca y lo mueves como si fuera una góndola en Venecia, acarician tu paladar con toda su sedosidad. Tintos que no admiten violencia, amantes de los platos a base de carnes suaves como los de ternera, pavos, pollos, quesos de pasta blanda tipo brie o camembert, y que por su suavidad y delicadeza son los mejores tintos para acompañar platos a base de pescado como un buen lomo de atún o salmón.
Sumergidos sobre una champañera con ¾ partes de agua y apenas 12 a 15 cubos de hielo un Pinot Noir de la Borgoña francesa o de Sonoma County (California) pueden darnos desde la copa las melodías que antes le describía, aunque a esta familia de tintos sutiles, elegantes y delicados sumaria los tintos del Beaujolais, especialmente sus Cru como los Morgon, Moulin à Vent, Saint Amour por citar algunos.
En el caso del Pinot Noir, cuando cae en manos de grandes viticultores y bodegas de prestigio que la trabajen con el esmero que ella demanda y de la mano de meticulosas prácticas culturales en la viña se logran vinos impresionantes, con más cuerpo y complejidad como un emblemático Romanee Conti o de aquellos Chevry-Chambertin de la Borgoña francesa.
No olvide los Pinot Noir de Nueva Zelanda. En todos los casos por las dificultades y cuidados intensivos que en la viña demanda esta variedad, no son vinos que están muy cómodos de precio, aunque Chile ofrece buenos Pinot Noir que provienen de los Valles de Casablanca o del Bio Bio, con excelente relación Precio-Calidad.
Sudafrica, Italia, Alemania y Suiza hacen interesantes vinos também com ella.
Para beber o guardar: Bébalo. Aprovéchelo en su juventud si es una versión joven aunque si quiere algo para guardar algunos años le recomiendo los sofisticados y complejos Pinot Noir Grand Cru de la Cote d´or en la borgoña francesa.
Por su delicadeza, suavidad y elegancia son estos tintos para mi unas autenticas… “Damas de Rojo”
Con un Pinot Noir en mi copa los despido hasta una próxima oportunidad.